Real vs. Virtual: De repente, ritmos de pubertad.

Ha llegado un momento que no he buscado, pero no sé si lo he incitado o provocado, y es este desasosiego el que me obliga a escribir más.

Se ha presentado sólo, inimaginable para mí años atrás, pero aquí está.

Trae aires frescos, renovados, como invitando a  soñar, cuando mi mente aún vacila entre seguir o estar. Seguir al destino o, estar pendiente como quién dice, de otro día más.

De  repente, ritmos muy jóvenes, horas fugaces que no te dejan respirar, será otra vez la pubertad.

Pero esta vez me inspiro sin reservas, miedos o pudores. Al menos sin todos los que, a cambio de nada, resecan primaveras, años y vidas, quizás.

He oído que es táctil, lleva olor a nuevo y gustosamente confirmo que, otra cosa, mis ojos no dirán.

Era digital

Eh!, si comenzamos con un blog, que sea al natural. Contaré sin tapujos, dichas y desdichas de un profesional al alza, que no llegó a despuntar; de un comercial tímido y demasiado prudente, que dejó su juventud, - al igual que otr@s much@s, seguro-,  simplemente pasar.

La historia comenzó en un cortejo, el que alumbró la niña de nuestros ojos, ésta nuestra Era Digital; pongamos quince años atrás, aunque nuestra memoria se remonte más, otro asunto es y en otro sitio contaremos, si este ritmo que sentimos no se va.

Debería presentar hasta el final, pero sinceramente lo desconozco, obra de todos nosotros será y si he de concretar, pongamos que hablaremos de libertad, "telecos" y una competición sin igual.

¿Por qué? Descúbrelo ahora, ni la tregua de esta crisis ha podido evitar que aflore:  se presenta online, y con trato sociable, te sigue a donde vayas para procurarte la mejor experiencia virtual. No digo más, solamente: "De repente, ritmos de pubertad".

Te espero, te invito a compartir, a participar y enriquecer este ineludible viaje al pasado reciente, si es que deseas atisbar lo que aún está por llegar; estás ante una gran oportunidad.